Primer premio de relatos del día de la Higiene de Manos.
Autora :Silvia Maroto.TSID del Hospital de Salamanca
Erica le pedía insistentemente a su hermano mayor que le contara su historia favorita, con ella se divertían juntos y más que un cuento era un juego cada mañana, tarde y noche.
Mientras se aseaban para ir al colegio, Mario inventó la forma de conseguir despertar pronto a Erica cada mañana, para llegar a tiempo a clase.
¡Erica despierta! ¡ya se están acercando los virus, las infecciones y las bacterias!! ¡¡ corre!!
Con esas palabras comenzaba la aventura de Erica y Mario todas las mañanas, Erica saltaba de la cama feliz, riéndose porque sabía que iba a vencer a todos.
Tenían un jabón especial con olor a fresa-nata que daban ganas de comérselo. Salía corriendo al baño y empezaban el ritual de limpieza. Se mojaban las manos primero con agua tibia, cerraban el grifo y se echaban el jabón mágico, frotando los dos llegaban a hacer una montaña de jabón, con ella se inventaban un pastel, un coche, una nube, cada día era un artilugio nuevo que combatía las enfermedades, sabían que tenían que coger su herramienta rascadora de uñas y entrelazar los dedos para que su jabón mágico pudiera llegar a todos los rincones.
En el baño tenían un reloj de arena pegado en el cristal, lo usaban para saber el tiempo que tenía que durar su historia de la mañana. Acababan secándose las manos y yendo a la habitación para poder vestirse e ir a desayunar.
Erica se iba al colegio imaginando quién sería el protagonista a mediodía, cuando llegara del colegio y tuviera que lavarse las manos antes de comer, a veces modificaban su historia, los pasos a seguir, pero al final siempre cumplían todos los pasos que su mamá les enseñó. De esta manera y con un simple juego tenían las manos siempre limpias, dispuestas para comer algún dulce que como premio recibían al final de la semana.


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