El informe mundial sobre las hepatitis de 2024 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela una preocupante tendencia al alza en las muertes causadas por hepatitis víricas. Con 1,3 millones de fallecimientos anuales, estas enfermedades constituyen la segunda causa infecciosa de mortalidad en el mundo, rivalizando con la tuberculosis.
A pesar de avances en diagnóstico y tratamiento, las tasas de cobertura se han estancado. No obstante, la OMS sostiene que alcanzar su objetivo de eliminación para 2030 sigue siendo viable con acciones inmediatas. En 2022, se registraron 1,3 millones de muertes por hepatitis víricas, siendo el 83% atribuido a la hepatitis B y el 17% a la hepatitis C.
La falta de diagnóstico y tratamiento eficaces es un factor crucial. Apenas el 13% de las personas con hepatitis B y el 36% con hepatitis C están diagnosticadas, y solo el 3% y el 20%, respectivamente, reciben tratamiento. Esto está muy por debajo de las metas globales para 2030.
La incidencia global muestra una ligera disminución, pero sigue siendo preocupantemente alta. En 2022, se registraron 2,2 millones de nuevas infecciones, con más de 6000 diarias. A pesar de los avances en prevención, como la vacunación, y el tratamiento, la carga de la enfermedad sigue siendo desigualmente distribuida, con África llevando la peor parte.
Las disparidades en los precios de los medicamentos y la prestación de servicios persisten. Muchos países no pueden acceder a precios más bajos para medicamentos genéricos. Solo el 60% de los países ofrece servicios de pruebas y tratamiento gratuitos en el sector público, siendo aún menor en África.
El informe destaca recomendaciones clave para acelerar la eliminación de las hepatitis, incluyendo ampliar el acceso a pruebas y tratamiento, aplicar políticas para un tratamiento equitativo y simplificar la prestación de servicios.
La financiación sigue siendo un desafío, con una brecha significativa entre las necesidades y los recursos disponibles, debido a la falta de conocimiento sobre intervenciones costoeficaces y competencia con otras prioridades de salud.
En resumen, el informe destaca la urgente necesidad de acciones coordinadas a nivel mundial para abordar las hepatitis víricas, garantizando un acceso equitativo a pruebas, tratamiento y financiación adecuada para lograr la eliminación de la enfermedad para 2030.
Sanidad Digna 
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