Las empresas se crean para obtener beneficios, para ganar dinero. Estos beneficios se logran con clientes que consuman el producto que vende la empresa. Cuantos más clientes, más consumo y más beneficios. En el campo de la salud, toda la población somos objetivo de una industria que genera beneficios millonarios, la industria farmacéutica.

Esta gran maquinaria tiene por objetivo la creación de nuevas enfermedades y el aumento de consumo de fármacos.

En 2006, Ray Moynihan definió la “mercantilización de enfermedades” como “la venta de una dolencia que ensancha los límites de lo que es enfermedad con el fin de ampliar los mercados para aquellos que venden y aplican tratamientos. Es un proceso que convierte a personas sanas en pacientes, produce daño iatrogénico y desperdicia recursos valiosos”.

Hay muchos actores implicados, desde la Administración sanitaria, la población, los profesionales, e incluso los medios de comunicación, pero quien mueve los hilos, la mano que mece la cuna, es la industria farmacéutica. Trabajan para que transformemos un problema de vida en enfermedad; una pérdida de un ser querido o un desengaño amoroso lo transformamos en una depresión con necesidad inminente de consumir ansiolíticos y antidepresivos.

Deciden, por ejemplo, los límites de colesterol, superados los cuales existen inumerables riesgos y necesitas tratamiento farmacológico. Siempre amparado por estudios realizados por grandes equipos de investigación con eminentes investigadores, todo financiado por la industria, que luego publicitan en congresos internacionales también financiados por los laboratorios o empresas tecnológicasy que publican en prestigiosas revistas científicas patrocinadas con la publicidad de la industria farmacéutica.

Es asombroso leer cómo el propio Sacyl, a través de un boletín publicado por su Dirección Técnica de Farmacia, reconoce que gasta 48 millones de euros en fármacos NO EFICIENTES.

Nos necesitan enfermos para ganar dinero. Poco importa nuestra salud. El modelo que les interesa es el de la enfermedad, el de consumir medicamentos, el de consumir tecnología, el vendernos grandes avances tecnológicos que nos cuestan muchísimo dinero, siendo el 30% de la inversión en tecnología derrochada porque, o bien sirve para poco, o su aplicación es inadecuada.

Debemos cambiar a un modelo sanitario en el que predomine la inversión en la prevención de enfermedades y en la promoción de la salud. Que invierta en educación para la salud, que nos enseñe a autocuidarnos.

Tenemos que ser conscientes de estos modelos para ser capaces de tomar decisiones sobre nuestra salud.


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Una respuesta a “Nos necesitan enfermos”

  1. […] Las farmacéuticas quieren clientes, necesitan enfermos que consuman sus medicamentos o su tecnología con innumerables pruebas y si no los tienen, los crean, nos convierten, sin nosotros darnos cuenta, en enfermos. Algunas dolencias se inventan, se crean para el consumo. […]

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