El descontento del personal de enfermería en el hospital de Salamanca, provoca una fuga constante de este personal hacia la Atención Primaria, sin que se ponga remedio a este hecho que indica que algo falla.
En un estudio realizado en el año 2022 por el Colegio Oficial de Enfermería en Salamanca, indicaba que el 79% de los encuestados enfermeros y enfermeras ,había pensado en abandonar su trabajo, pedir una baja o una jubilación anticipada debido al estrés y al agotamiento.Son datos que debieran llamar ,al menos, la atención de los gestores porque indican que algo no funciona adecuadamente. Si a estos datos añadimos que cada convocatoria de un concurso de traslados , quienes tienen puntuación suficiente , se marchan a primaria y abandonan el hospital, ratifica lo que el anterior estudio ponía sobre la mesa.
Las cargas de trabajo excesivas, la falta de plantilla para dar una atención adecuada a los pacientes sin producir una sobrecarga al personal que los atiende, son las lineas de trabajo que debieran marcarse para estimular y motivar adecuadamente a los profesionales.
Es verdad que venimos de una pandemia que ha sido agotadora a todos los niveles -físicos y psicológicos- que ha hecho mella en los profesionales, también es verdad que el cambio al nuevo hospital se ha realizado con la máquina muy forzada y eso también agota. Adaptarse a un nuevo entorno de trabajo, unas nuevas formas de trabajar y unos espacios que suponen invertir más tiempo, requiere que las plantillas se adapten al nuevo medio para que no se empeore con la supuesta mejora.


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